La genética
y el estudio de los fósiles dice que el Homo sapiens
apareció en África
hace unos 200.000 años, después de un largo período de evolución biológica a lo largo del Paleolítico.
En aquella época, la Tierra se encontraba inmersa en una glaciación,
con un clima mucho más frío del que se vive hoy en día.
Mucho antes, otras especies de homínidos,
como por ejemplo el Homo erectus, ya utilizaban herramientas
y, con el transcurrir del tiempo, estos utensilios fueron cada vez más
elaborados y complejos. Es también en el paleolítico cuando se desarrolla el lenguaje
y se generaliza el entierro de los muertos. Probablemente los entierros tuvieron
como uno de sus objetivos ocultar la descomposición
de los cuerpos, e indicar una comprensión más avanzada del concepto
de la muerte.